La vuelta del Estado y su rol central en la coordinación de políticas activas para todos.

Si algo está dejando en claro toda esta locura de la epidemia del Coronavirus en este mundo globalizado es que el Estado Nación es el único actor capaz de tomar medidas.

Ni las empresas multinacionales, ni los fondos de inversión, ni las grandes industrias pueden hacer algo coordinadamente como lo puede hacer un Estado fuerte y activo.

Si algo está cambiando en medio de esta pandemia viral es que el capitalismo, en su etapa neoliberal, no está siendo capaz de dar respuesta a lo que está sucediendo y que el orden de prioridades "ficticio" hasta hace unos meses atrás está cayendo a pedazos: más importante que las consecuencias de la deuda o el default, es que se mueran millones de personas sin poder hacer nada al respecto.

Aquí se pone en valor el rol del Estado.  Aquí, en medio de la emergencia, de la crisis sanitaria mundial, el Estado es el único actor capacitado y capaz de revertir un destino "apocalíptico".

Sin salud pública, sin políticas de estado activas, sin una "intervención" activa del Estado Nación frente a las circunstancias fortuitas de una epidemia mundial, el mercado solo mira atónito lo que el futuro le depare.

Porque las categorías de Estado, Nación, ciudadanos, políticas públicas, bien común, exceden a los conceptos de "libre mercado", capitalismo financiero, mercado bursátil y rentabilidad.

Las empresas quiebran frente a este avance del Coronavirus, los Estados asumen su protagonismo sinó quieren dejar indefensos a los ciudadanos/usuarios/consumidores.